Heba el-Shurafa ha logrado realizar su sueño de ser maestra, gracias a su determinación y el apoyo familiar
Algo especial ocurre en este centro especial del barrio Shujaiya en la ciudad de Gaza. Su maestra, Heba el -Shurafa conecta con sus alumnos de ciclo infantil de una forma diferente, ya que ella tiene síndrome de Down, al igual que ellos.
Heba el-Shurafa, de 27 años, entiende y comprende las necesidades de sus alumnos. Su clase es única y especial, conectando con los niños a un nivel más prozundo y creando un lazo único entre ellos.
Heba el-Shurafa utiliza todos los recursos que tiene a su disposición, ofreciendo clases interactivas y llenas de compasión y paciencia. Da clases de matemáticas, de estudios religiosos, árabe, enseña a los niños a reconocer sus nombres por escrito, además de clases de ciencias a niños de primaria. Decora sus clases con globos de colores con el fin de ofrecer otro tipo de motivación. La estimulación es la clave para su plan de enseñanza, ofrece chocolate y dulces, además de un fuerte aplauso a todos aquellos que se realizan un esfuerzo extra en sus tareas.
Heba el-Shurafa es feliz por haber conseguido alcanzar su sueño y ser maestra. La devoción que siente por su trabajo y sus alumnos se nota en la paciencia y el cariño que pone en cada lección, avanzando al ritmo que necesitan; sin importarle repetir la misma lección diariamente hasta que la hayan entendido. Su mayor recompensa es ver que sus alumnos progresan hacia otro nivel superior, a su paso.
El centro deonde trabaja Heba el-Shurafa pertence a la asociación “Right To Live”, una organzación que ayuda a integrar a niños con autismo y síndrome de Down en Gaza. el centro cuenta con 22 aulas y recintos preparados para las necesidades físicas y psicológicas de sus alumnos. También ofrecen talleres vocacionales donde aprenden habilidades con el fin de que algún día puedan aprender un oficio y ser personas independientes. Muchos niños aprenden a realizar objetos de madera y bambú, mientras que otros se centran en coser y bordar.