Deporte Inclusivo

Escrito por:  Maria

El deporte adaptado consiste en adaptar una disciplina deportiva a las necesidades de la persona con discapacidad. En el deporte inclusivo, en cambio, la persona con discapacidad practica un deporte de forma recreativa junto a personas sin discapacidad.

El deporte inclusivo promueve la sensibilización, conocimiento y respeto a la diferencia, así como hábitos de vida saludables, y por ello, es una de las mejores maneras para promocionar el deporte de personas con discapacidad, a todos los niveles.  De este modo, los beneficios del deporte y la actividad física en personas con discapacidad se pueden englobar en los siguientes apartados:

FISICO: Mejora y mantiene la condición física (resistencia, velocidad, fuerza, movilidad) y la coordinación (orientación, equilibrio, reacción, percepción, adaptación, ritmo); previene las enfermedades por falta de movilidad, y favorece la seguridad y flexibilidad de la persona con discapacidad en su vida diaria.

PSICOLÓGICO-PERSONAL: Cuidando y trabajando valores y aspectos personales tan importantes como la autoestima, la superación, la independencia, el reto, la valía personal, la libertad, el afán de superación, la responsabilidad, la honestidad, la autodisciplina, la perseverancia…

SOCIAL: A través del deporte y la actividad física se puede fomentar aspectos fundamentales para el desarrollo social de la persona con discapacidad como las habilidades sociales, las relaciones con personas en igualdad de circunstancias, el seguimiento de instrucciones y las reglas del deporte, la cooperación, el reconocimiento, la tolerancia, la lealtad, la honestidad, la empatía, la motivación, el trabajo en equipo, etc.

COMUNICACIÓN: El aumento de la comunicación de la persona con discapacidad se ve favorecido gracias a su incorporación a la vida social por el deporte. Impacta de forma positiva en su iniciativa y capacidad de elección que normalmente se ve mermada por las personas que le rodean.

INTEGRACIÓN: Como fin de este compendio de beneficios que hemos enumerado brevemente y que en su conjunto nos lleva a una integración positiva en una comunidad cada vez más competitiva que ve cómo poco a poco este colectivo va avanzando en sus objetivos: ser aceptados e integrados plenamente en su comunidad.

El deporte inclusivo tiene como objetivo que ninguna persona con discapacidad quede excluida de la práctica deportiva, contribuyendo así a la mejora de su salud y condición física, además de su calidad de vida e inclusión social.

Aunque en España no existen datos oficiales sobre la práctica deportiva de las personas con discapacidad, sabemos que el baloncesto es el deporte más practicado por las personas con discapacidad intelectual. Además, este deporte permite que las personas con síndrome de Down puedan entrenar y jugar con personas sin discapacidad.  La información acerca del baloncesto desde una perspectiva inclusiva también es escasa, lo que constituye una dificultad en cuanto a la formación de los profesionales del sector, y acceso a recursos prácticos reales.

Entendemos el deporte como un derecho para todos y un excelente escenario para promover el desarrollo personal que debe aspirar a presentar oportunidades para todos por igual. El hecho de formar un equipo compuesto por jugadores con discapacidad intelectual que entrenan y compiten juntos, promueve que sus oportunidades de practicar deporte y pertenecer a un equipo se igualen en términos relativos a las de una persona sin discapacidad. Se fomenta así un fin de inclusión en su comunidad social porque compartirán instalación y recursos con deportistas sin discapacidad.

Al realizar una práctica inclusiva donde jugadores con y sin discapacidad practican de manera conjunta obtenemos resultados positivos desde el punto de vista de la educación en valores, la motivación y otros aspectos más que relevantes, resultantes de dicha práctica deportiva inclusiva para los deportistas con discapacidad. También se han realizado estudios que analizan los efectos sobre el alumnado sin discapacidad desde diferentes puntos de vista. El planteamiento de la actividad física es idóneo para inculcar valores. Se ha demostrado que a raíz de la convivencia deportiva y la práctica conjunta, la percepción de los alumnos sin discapacidad sobre las personas con discapacidad, mejora significativamente.

Teniendo en cuenta las circunstancias del equipo, resulta positivo fomentar las situaciones inclusivas. De cara a entender las diferentes posibilidades de práctica deportiva y por tanto, planteamientos en función del espacio, el tiempo y las interacciones entre los jugadores, a continuación se presenta un abanico de opciones o el conocido “espectro de inclusión” de Black y Williamson.

El técnico deportivo deberá valorar si las estrategias inclusivas que está llevando a cabo son adecuadas para su grupo de trabajo; por eso se le propone observar el nivel de participación de los jugadores con y sin discapacidad, el nivel de motivación de cada uno, si existe una evolución en la asimilación de contenidos de todos los jugadores, y si se cumplen los objetivos que habían sido planteados.