El hecho de trabajar aumenta las posibilidades de independencia económica y otros beneficios.
Lo enfocamos en torno a la noción de envejecer bien o envejecer de forma saludable. Envejecer bien significa cuidar la mente y el cuerpo a medida que se avanza en edad para optimizar las posibilidades de llevar una vida feliz y sana. Nos gustaría considerar estos beneficios no sólo a corto plazo, sino también a largo plazo.
El empleo ofrece oportunidades para la interacción social y la creación de relaciones sociales. El compromiso social se ha relacionado con una mejor función cognitiva, bienestar emocional y salud en general en los adultos mayores.
Por lo tanto, quiero destacar 3 áreas en torno a las cuales el empleo puede promover un buen envejecimiento:
- Beneficios sociales: El compromiso con la comunidad, incluido el empleo, ofrece oportunidades para la interacción social, la creación de redes sociales y la adquisición de habilidades que contribuyen a envejecer mejor. Este compromiso social, a su vez, se ha relacionado con una mejor función cognitiva. Bienestar emocional y salud general en los adultos mayores.
- Beneficios cognitivos del empleo que forman parte del envejecimiento saludable. En la investigación sobre el envejecimiento existe el concepto de reserva cognitiva, que es la capacidad de mantener la función cognitiva a pesar de los cambios relacionados con la edad en las estructuras y funciones cerebrales. El empleo a menudo implica un aprendizaje continuo y el desarrollo de habilidades que pueden mejorar la función cognitiva y promover la reserva cognitiva. Más concretamente, el aprendizaje permanente que se experimenta en el trabajo y en otros entornos comunitarios se ha asociado a un menor riesgo de deterioro cognitivo y a una mayor probabilidad de envejecer bien.
- Salud mental: El empleo ofrece a las personas la oportunidad de desarrollar un sentido de realización y autoestima.
El compromiso profesional y la productividad contribuyen a una imagen positiva de uno mismo y a una mayor autoestima, lo que repercute positivamente en el bienestar mental.
Interactuar con compañeros de trabajo, supervisores y clientes fomenta las conexiones sociales y el sentido de pertenencia. Esta interacción puede combatir el aislamiento y la soledad (factores de riesgo de mala salud mental).
Por último, el empleo remunerado puede aumentar la estabilidad financiera, lo que a su vez puede reducir el estrés y la ansiedad relacionados con las preocupaciones económicas.