Hace 7 años comenzó a comercializarse en España la muñeca Baby Down. Os recomiendo que veáis este vídeo donde se habla del origen de Baby Down y es uno de los más vistos en Down TV. A partir de ese momento, son muchas más las compañías tanto en España como en el resto del mundo que incorporan rasgos trisómicos y de otras discapacidades a sus muñecos. Se pretende que los niños se identifiquen con los muñecos con los que juegan y no creen un estereotipo al que los niños pretendan parecerse.
Las reacciones de los padres, psicólogos y otros profesionales no son siempre las mismas. Encontramos muchas opiniones a favor y en contra de este juguete con rasgos propios del síndrome de Down.
Hay madres que piensan que las muñecas no reflejan exactamente los rasgos de sus hijos; otras que piensan que estas muñecas marcan aún más diferencias cuando se está luchando tanto por la igualdad; y además, no todos los niños con síndrome de Down son iguales. Un ejemplo claro es el de aquella abuela que recorrió todas las jugueterías de su ciudad buscando una muñeca que llevara gafas para su nieta recién nacida con síndrome de Down; pensando que todos los niños con síndrome de Down llevan gafas. Ocho años después, su nieta sigue sin llevar gafas… ¿es necesario continuar, fomentar y alimentar estos estereotipos?
En los últimos años, algunas empresas estadounidenses, como American Girl, ofrecen muñecas personalizadas para las que han incluido rasgos trisómicos opcionales dada la fuerte demanda de los consumidores. Otra empresa americana, Patty Cake Doll, que realiza muñecas de trapo de diferentes etnias y con diferentes disabilidades, ha recibido bastantes quejas de padres que no están de acuerdo con los muñecos. La empresa se defiende diciendo que los niños aman las muñecas incondicionalmente y que nunca han recibido una devolución porque a un niño no le gustara. Los niños no buscan identificarse con las muñecas; las aman y protegen y juegan con ellas, sin importar su color de pelo, su piel, o su condición aparentemente genética. La imaginación de los niños es capaz de cualquier cosa y son ellos quienes deciden si sus muñecos tienen o no síndrome de Down o diferentes habilidades según sus experiencias. ¿Qué opináis? ¿Compraríais este juguete a vuestros hijos? ¿Realmente necesitamos muñecas con síndrome de Down?