Tips psicopedagógicos

Escrito por:  Maria

El síndrome de Down no es una enfermedad, es una anomalía cromosómica que provoca características morfológicas y de conducta específicas propias de las personas que lo tienen.

De manera general, las personas con síndrome de Down presentan las siguientes características:

  • Lentitud y reducción del crecimiento corporal y cefálico que finalmente resulta en que la talla máxima alcanzada sea menor en comparación al de las personas que no tienen el síndrome.
  • Lentitud del desarrollo motor y cognitivo.
  • Problemas de inmunodeficiencia.

En los últimos 25 años se han conseguido importantes avances en el desarrollo y la educación de niños con síndrome de Down. Por lo que es importante que los profesionales que les atienden enfaticen desde los primeros momentos de vida en los aspectos positivos y en las capacidades reales que podrían alcanzar durante su niñez, juventud y adultez, y no tanto en las dificultades que puedan sobrevenir en el proceso.

Los niños con síndrome de Down puedes mostrar con frecuencia algunas afecciones médicas tales como trastornos de la audición, de la vista, algunas cardiopatías congénitas, problemas respiratorios, anomalías gástricas y óseas.

Con la intención de promover el desarrollo correcto de estos niños y adolescentes dentro de las aulas resulta fundamental tener presente las condiciones médicas de cada uno de ellos de manera individual para ayudarles a adaptarse y desenvolverse correctamente.

En la escuela, aunque físicamente es fácil distinguirlos por ciertas características físicas, hay que tener en cuenta que a pesar del aspecto físico similar la variabilidad existente entre ellos es comparable o incluso mayor que entre las personas sin el síndrome.

Definir un patrón de personalidad para las personas con síndrome de Down ha generado varios mitos sobre ellos. Sin embargo, se pueden dar algunas características generales sobre su personalidad sin que se indique necesariamente que aplican para todos.

En general suelen ser chicos con escasa iniciativa, menor capacidad para inhibirse, tendencia a la persistencia de las conductas, resistencia al cambio, baja capacidad de respuesta frente al ambiente y la presencia de constancia, tenacidad y puntualidad a la hora de realizar tareas de su agrado.

Las características propias del síndrome traen consigo una serie de implicaciones que se verán reflejadas en el comportamiento y el desarrollo físico y cognitivo de estos chicos. Lo más destacable respecto a estas áreas y las actuaciones recomendadas en cada una son las siguientes:

Motricidad: Es frecuente en los niños con síndrome de Down la hipotonía muscular y la laxitud de los ligamentos. Se suele dar cierta torpeza motora tanto gruesa (en brazos y piernas) como fina (coordinación ojo-mano). Presentan lentitud y mala coordinación. Hay que tener en cuenta esto para tener un ejercicio físico adecuado para cada niño.

En cuanto a su dieta, la práctica de deporte les proporcionará la forma física y la resistencia que precisan, ayudando a mejorar su estado de salud, preservando su bienestar emocional y controlando su tendencia al sobrepeso ya que su metabolismo basal es más lento.

Suelen tener dificultad en mantener el foco, les cuesta dar una respuesta porque el tiempo que tardan en procesar la información es más largo.

Su atención requiere un entrenamiento específico para ser mejorada:

Estrategias:

  1. Mirarlos atentamente cuando se les habla
  2. Comprobar que atienden constantemente
  3. Eliminar estímulos distractores
  4. Presentar los estímulos de uno en uno
  5. Evitar enviar diferentes mensajes al mismo tiempo

Los bebés y niños procesan mejor la información visual que la auditiva. Esto se puede explicar debido a los problemas de audición los procesos cerebrales de procesamiento de la misma pueden estar alterados.

Si bien está claro que el síndrome se acompaña de una discapacidad intelectual, ésta no es visible en el físico ni se acompaña de otras patologías. En las pruebas que miden el coeficiente intelectual, alcanzan un nivel de deficiencia ligera o moderada.

Presentan problemas para retener información, tanto en la memoria a corto plazo, como en la memoria a largo plazo. Sin embargo, la memoria procedimental y operativa se encuentra en ellos correctamente desarrollada, lo que les permite llevar a cabo tareas mecánicas con exactitud.

Respecto al lenguaje, presentan mayor desventaja, puesto que presentan un retraso significativo en las habilidades lingüísticas, aunque con una gran variabilidad de unas personas a otras. Es recomendable que en la escuela el lenguaje se trabaje individualmente por parte de especialista en logopedia.

En cuanto a la sociabilidad, sin una interacción sistémica adecuada, el nivel de interacción espontánea que alcanzará una persona con síndrome de Down será muy baja. Por lo general se muestran amables, afectuosos, colaboradores, y afables. Se adaptan a situaciones inclusiva beneficiándose ellos y beneficiando a sus compañeros. Una persona con síndrome de Down que desde la infancia ha sido correctamente estimulada y entrenada, podrá participar en etapas más avanzadas del desarrollo en actividades sociales y recreativas con total normalidad, desplazarse por la ciudad utilizando el transporte público, e incluso hacer uso de establecimientos públicos y comerciales de manera autónoma.