De acuerdo con la empresa, normalmente una persona con discapacidad intelectual asiste a un programa de inserción laboral. Después, hacen un trabajo individual con un preparador laboral para hablar de cómo establecer límites en el trabajo con jefes y encargados, expectativas laborales y cómo pedir ayuda en el trabajo y aclaraciones, y todos esos consejos básicos para empezar a trabajar. Luego, podemos elaborar un currículum si no lo tienen y preparar entrevistas si es algo que les interesa, y el preparador laboral también puede ir a las entrevistas para apoyarles mientras están allí y hacer de puente entre ambos.
¿Cuándo termina el apoyo?
Una vez conseguido el empleo, los preparadores laborales acuden al puesto de trabajo y hacen sus primeros turnos con ellos. Les ayudan si necesitan material visual u otras adaptaciones en el trabajo para que tengan éxito. También hay que asegurarse de que el empresario se sienta respaldado. Así que una vez que los empleados se sientan bien en el trabajo solos se convertirá en una especie de chequeo. Se empieza con un chequeo semanal, después se hace uno mensual y luego, con el tiempo, cada tres meses o cada vez que el empresario necesite ponerse en contacto con el preparador laboral. El preparador laboral podría proporcionar apoyo, pero con el tiempo se iría retirando para que el individuo pueda tener éxito por sí mismo.
¿Qué pueden hacer las familias en los años previos a la búsqueda de empleo para sentar las bases del éxito? ¿Cuáles son las cosas en las que las familias pueden trabajar o focalizarse?
Las familias pueden preguntarles qué quieren hacer de mayores. Piensa en un trabajo en el que creas que tu hijo sería realmente bueno: un buen cajero o un camarero en una cafetería. Se trata de sentar las bases para que conozcan sus puntos fuertes y las áreas en las que podrían desenvolverse bien y tener éxito.
También ofrecer las expectativas de que irán a trabajar cuando sean mayores. El trabajo de sus sueños no tiene por qué ocurrir exactamente, pero se puede encontrar algo intermedio.
¿Se contrata de manera inclusiva?
La barrera para contratar de forma inclusiva es lo desconocido. Si no conoces a alguien con síndrome de Down o no estás seguro de cómo apoyar a alguien con síndrome de Down, puede ser muy desalentador hacerlo, sobre todo si se trata de una empresa con mucho trabajo y a veces la gente no tiene tiempo o no saca tiempo para cosas así. No es la falta de interés en la contratación inclusiva, sino la falta de apoyo que pueden sentir las empresas.
Lo más difícil es encontrar la persona adecuada para la empresa. No se trata de poner a alguien en un puesto cualquiera porque sea el puesto disponible. Se trata más bien de encontrar el empleo adecuado para cada persona, algo que le resulte significativo, porque es la clave de que funcione y la clave del éxito.
Lo más importante que deben saber los empresarios cuando contratan a una persona con síndrome de Down son las adaptaciones en el lugar de trabajo, como el uso de elementos visuales o temporizadores. Cosas como etiquetados con letras grandes en las diversas tazas de café… Cuesta un poco ponerlo todo en marcha, pero una vez listo beneficia a todo el mundo. Otras cosa muy importante a tener en cuenta es tener paciencia, porque a veces los chicos tardan un poco más en aprender algo, pero cuando lo dominan son los mejores.
¿Un consejo para aquellos que están nerviosos por la entrada de sus hijos en el mundo laboral?
Las cosas nuevas pueden intimidar, pero si hablas con los participantes de los programas de formación laboral, todos tienen muchas ganas de incorporarse al mundo laboral. Están muy motivados, muchos de ellos quieren un trabajo de por vida aunque no sepan exactamente qué significa o qué capacidad requiere, pero intentad fomentar esa ilusión. Tener la confianza de que vuestro hijo tendrá éxito es enorme. Es una oportunidad para hacer cosas nuevas, nuevos amigos y ser independiente. La independencia es algo por lo que luchan.