CARACTERÍSTICAS DEL EMPLEO CON APOYO
El Empleo con Apoyo se dirige a personas con discapacidad intelectual que enfrentan dificultades significativas para insertarse en el mercado laboral ordinario. Este modelo busca promover la inclusión laboral de estas personas asegurando que sus condiciones laborales y sueldos sean lo más parecidos posibles a los del resto de los trabajadores. Un componente clave del Empleo con apoyo son los apoyos que se ofrecen para facilitar su integración y desempeño en el trabajo.
David Mack, experto en el área, formula siete principios fundamentales para entender la importancia del trabajo normalizado en la vida de las personas con discapacidad:
- El trabajo tiene significado en nuestra vida: El empleo no solo proporciona ingresos, sino que también confiere un sentido de propósito y pertenencia, mejorando la autoestima y la integración social.
- Las personas con discapacidades significativas pueden trabajar: Con el apoyo adecuado, las personas con discapacidades significativas pueden desempeñar roles productivos y valiosos en el entorno laboral.
- La integración y la inclusión son preferibles a la segregación y la exclusión: La inclusión en el entorno laboral ordinario es esencial para evitar la marginación y promover la igualdad de oportunidades.
- La elección y la satisfacción son valiosas: Es fundamental que las personas con discapacidad tengan la oportunidad de elegir sus empleos y sentirse satisfechas con su trabajo.
- La importancia del desarrollo de la carrera profesional: El empleo no debe ser visto solo como una ocupación, sino como una oportunidad para el desarrollo profesional y personal a largo plazo.
- Hace falta crear apoyos individuales, no programas: Los apoyos deben ser personalizados y adaptados a las necesidades específicas de cada individuo, en lugar de seguir un enfoque uniforme.
- Se tiene que hacer énfasis en la calidad de vida: El objetivo final del empleo debe ser mejorar la calidad de vida de la persona, tanto dentro como fuera del entorno laboral.
La Asociación Europea del Empleo con Apoyo (EUSE) establece ocho valores esenciales que deben estar presentes en el proceso de acompañamiento y seguimiento del ECA: individualidad, respeto, autonomía, elección informada, empoderamiento, confidencialidad, flexibilidad y accesibilidad.
En España, la normativa estatal y autonómica define los colectivos de referencia o destinatarios finales del Empleo con apoyo. Para determinar la idoneidad de la aplicación metodológica, es necesario evaluar cuatro elementos fundamentales:
- La persona ha de poder trabajar: Evaluar si la persona tiene la capacidad física y mental para desempeñar un trabajo.
- La persona ha de querer trabajar: Confirmar que la persona está motivada y dispuesta a integrarse en el entorno laboral.
- La persona acepta la ayuda: Asegurar que la persona está dispuesta a recibir los apoyos necesarios.
- La persona necesita el apoyo: Identificar las necesidades específicas de apoyo para garantizar un desempeño exitoso.
La metodología del Empleo con apoyo debe contemplar un conjunto de estrategias y apoyos ajustados a las necesidades de la persona, pero también debe ser sensible a los intereses y necesidades de la empresa. La colaboración de la empresa es crucial para lograr los resultados deseados, ya que su implicación en el proceso de inserción es fundamental.
Existen diversos tipos de apoyos en el Empleo con apoyo, pero es esencial priorizar los apoyos naturales. Estos son estrategias, recursos, relaciones o interacciones proporcionadas por personas, instrumentos o equipos disponibles en el entorno laboral que facilitan el éxito y mejoran la calidad de vida de la persona.
El ECA se basa en cuatro principios metodológicos:
- La planificación centrada en la persona: Este enfoque busca capacitar a la persona para que pueda decidir y llevar a cabo un plan de futuro, considerando sus intereses, habilidades y aspiraciones.
- Principio de rechazo cero: Todo el mundo que quiera trabajar debe poder hacerlo, siempre que reciba el nivel de apoyo adecuado para sus necesidades.
- El compromiso con la persona usuaria: Establecer un vínculo de confianza y apoyo que facilite el éxito del proceso de inserción laboral.
- La elección informada: Garantizar que la persona tenga y comprenda toda la información necesaria para tomar decisiones sobre su empleo y su desarrollo profesional.
El título de Técnico Superior en Integración Social incluye la calificación profesional completa en la inserción laboral de personas con discapacidad. Por lo tanto, este título capacita a los profesionales para trabajar como preparadores laborales, desempeñando un papel crucial en el proceso de Empleo con apoyo.
Dentro del Empleo con apoyo, hay una gran diversidad de experiencias que se han llevado a cabo y que continúan desarrollándose. Estas experiencias varían según el contexto y las necesidades individuales, pero todas comparten el objetivo común de promover la inclusión y mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad a través del empleo.
La implementación efectiva del Empleo con apoyo requiere la colaboración de múltiples actores: la persona con discapacidad, la familia, los profesionales de apoyo, y las empresas. Cada uno de estos componentes juega un papel vital en el éxito del programa. Las familias y los profesionales de apoyo deben trabajar juntos para identificar las habilidades y aspiraciones de la persona, mientras que las empresas deben estar dispuestas a adaptar sus entornos y procesos para acoger a estos trabajadores.
Además, es fundamental que las políticas públicas apoyen y financien programas de Empleo con apoyo. La inversión en estos programas no solo beneficia a las personas con discapacidad, sino que también tiene un impacto positivo en la sociedad en general al promover la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo.
En conclusión, el Empleo con Apoyo es una herramienta poderosa para la inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual. A través de un enfoque personalizado y colaborativo, y con el apoyo de políticas públicas adecuadas, es posible crear oportunidades significativas y mejorar la calidad de vida de estas personas, promoviendo una sociedad más justa e inclusiva.
El Empleo con Apoyo (ECA) se dirige a personas con discapacidad intelectual que enfrentan dificultades significativas para insertarse en el mercado laboral ordinario. Este modelo busca promover la inclusión laboral de estas personas asegurando que sus condiciones laborales y sueldos sean lo más parecidos posibles a los del resto de los trabajadores. Un componente clave del ECA son los apoyos que se ofrecen para facilitar su integración y desempeño en el trabajo.
David Mack, experto en el área, formula siete principios fundamentales para entender la importancia del trabajo normalizado en la vida de las personas con discapacidad:
- El trabajo tiene significado en nuestra vida: El empleo no solo proporciona ingresos, sino que también confiere un sentido de propósito y pertenencia, mejorando la autoestima y la integración social.
- Las personas con discapacidades significativas pueden trabajar: Con el apoyo adecuado, las personas con discapacidades significativas pueden desempeñar roles productivos y valiosos en el entorno laboral.
- La integración y la inclusión son preferibles a la segregación y la exclusión: La inclusión en el entorno laboral ordinario es esencial para evitar la marginación y promover la igualdad de oportunidades.
- La elección y la satisfacción son valiosas: Es fundamental que las personas con discapacidad tengan la oportunidad de elegir sus empleos y sentirse satisfechas con su trabajo.
- La importancia del desarrollo de la carrera profesional: El empleo no debe ser visto solo como una ocupación, sino como una oportunidad para el desarrollo profesional y personal a largo plazo.
- Hace falta crear apoyos individuales, no programas: Los apoyos deben ser personalizados y adaptados a las necesidades específicas de cada individuo, en lugar de seguir un enfoque uniforme.
- Se tiene que hacer énfasis en la calidad de vida: El objetivo final del empleo debe ser mejorar la calidad de vida de la persona, tanto dentro como fuera del entorno laboral.
La Asociación Europea del Empleo con Apoyo (EUSE) establece ocho valores esenciales que deben estar presentes en el proceso de acompañamiento y seguimiento del Empleo con apoyo: individualidad, respeto, autonomía, elección informada, empoderamiento, confidencialidad, flexibilidad y accesibilidad.
En España, la normativa estatal y autonómica define los colectivos de referencia o destinatarios finales del Empleo con apoyo. Para determinar la idoneidad de la aplicación metodológica, es necesario evaluar cuatro elementos fundamentales:
- La persona ha de poder trabajar: Evaluar si la persona tiene la capacidad física y mental para desempeñar un trabajo.
- La persona ha de querer trabajar: Confirmar que la persona está motivada y dispuesta a integrarse en el entorno laboral.
- La persona acepta la ayuda: Asegurar que la persona está dispuesta a recibir los apoyos necesarios.
- La persona necesita el apoyo: Identificar las necesidades específicas de apoyo para garantizar un desempeño exitoso.
La metodología del Empleo con apoyo debe contemplar un conjunto de estrategias y apoyos ajustados a las necesidades de la persona, pero también debe ser sensible a los intereses y necesidades de la empresa. La colaboración de la empresa es crucial para lograr los resultados deseados, ya que su implicación en el proceso de inserción es fundamental.
Existen diversos tipos de apoyos en el Empleo con apoyo, pero es esencial priorizar los apoyos naturales. Estos son estrategias, recursos, relaciones o interacciones proporcionadas por personas, instrumentos o equipos disponibles en el entorno laboral que facilitan el éxito y mejoran la calidad de vida de la persona.
El ECA se basa en cuatro principios metodológicos:
- La planificación centrada en la persona: Este enfoque busca capacitar a la persona para que pueda decidir y llevar a cabo un plan de futuro, considerando sus intereses, habilidades y aspiraciones.
- Principio de rechazo cero: Todo el mundo que quiera trabajar debe poder hacerlo, siempre que reciba el nivel de apoyo adecuado para sus necesidades.
- El compromiso con la persona usuaria: Establecer un vínculo de confianza y apoyo que facilite el éxito del proceso de inserción laboral.
- La elección informada: Garantizar que la persona tenga y comprenda toda la información necesaria para tomar decisiones sobre su empleo y su desarrollo profesional.
El título de Técnico Superior en Integración Social incluye la calificación profesional completa en la inserción laboral de personas con discapacidad. Por lo tanto, este título capacita a los profesionales para trabajar como preparadores laborales, desempeñando un papel crucial en el proceso de Empleo con apoyo.
Dentro del Empleo con apoyo, hay una gran diversidad de experiencias que se han llevado a cabo y que continúan desarrollándose. Estas experiencias varían según el contexto y las necesidades individuales, pero todas comparten el objetivo común de promover la inclusión y mejorar la calidad de vida de las personas con discapacidad a través del empleo.
La implementación efectiva del Empleo con apoyo requiere la colaboración de múltiples actores: la persona con discapacidad, la familia, los profesionales de apoyo, y las empresas. Cada uno de estos componentes juega un papel vital en el éxito del programa. Las familias y los profesionales de apoyo deben trabajar juntos para identificar las habilidades y aspiraciones de la persona, mientras que las empresas deben estar dispuestas a adaptar sus entornos y procesos para acoger a estos trabajadores.
Además, es fundamental que las políticas públicas apoyen y financien programas de Empleo con apoyo. La inversión en estos programas no solo beneficia a las personas con discapacidad, sino que también tiene un impacto positivo en la sociedad en general al promover la diversidad y la inclusión en el lugar de trabajo.
En conclusión, el Empleo con Apoyo es una herramienta poderosa para la inclusión laboral de personas con discapacidad intelectual. A través de un enfoque personalizado y colaborativo, y con el apoyo de políticas públicas adecuadas, es posible crear oportunidades significativas y mejorar la calidad de vida de estas personas, promoviendo una sociedad más justa e inclusiva.