El aprendizaje del lenguaje en las personas con síndrome de Down ocurre en la niñez y continúa durante la adolescencia. Hay niños que aprenden el lenguaje de manera más rápida que otros y eso se debe a dos factores principales: la frecuencia con la que sus padres se comunican con sus hijos y el estilo de comunicación que utilizan.
Debemos tener presente que, en el acto de la comunicación, sólo el 10% es verbal; y el resto es comunicación no verbal. Esto nos dice que debemos prestar atención a los gestos, las expresiones, a la forma y no tan sólo a las palabras. La comunicación es bidireccional, y no siempre implica hablar. Hay diferentes modalidades de comunicación, por lo que es importante prestar atención al lenguaje no verbal. Se espera que un niño tenga un mínimo de 50 interacciones al día.
Diferentes estilos de comunicación que los padres suelen utilizar con sus hijos:
- Estilo autoritario: el padre, la madre, el adulto, o tutor, busca tener el control de todo lo que hace el niño y controlar la situación. Cuando usamos este estilo, hacemos demasiadas preguntas, o damos órdenes constantemente, o le explicamos absolutamente todo, paso a paso. Es el estilo más utilizado por los padres de familia, con o sin hijos con síndrome de Down.
- Estilo animador: Son aquellos que animan al hijo o hija constantemente y quieren que haga muchas cosas, que pregunte, que sea ágil… en este caso el adulto animador es quien más se comunica y da poco tiempo de respuesta al niño.
- Estilo cronometrador: El padre o madre va justo de tiempo y tiene afán en despertarse, desayunar rápido, salir pronto. Todo el tiempo está pensando en que debo hacer algo y en un orden ya dispuesto y rápido. Lo que más le interesa es que el niño haga las cosas rápidamente para no hacer tarde.
- Estilo callado: El adulto no habla, no responde… deja que sea el niño quien hable, qué le mire. El adulto observa, supervisa, pero no interactúa.
- Estilo ayudante: El adulto se convierte en el ayudante del niño: responde por él, le prepara la mochila, le recojo sus juguetes, le guardo la ropa… El adulto cree que mejor lo hace él ya que el niño no es capaz.
- Estilo receptivo: Es aquel estilo en el que el adulto se pone en el nivel del niño. Se comunica con el niño según las necesidades. Si el niño se comunica con un gesto, el padre responde con un gesto; si se comunica con contacto visual, el padre utiliza también contacto visual: El adulto ni habla por él, ni le da órdenes, ni le hace preguntas, ni celebra cada uno de los actos que hace el niño. Simplemente disfruta del momento con su hijo.
Lo ideal es buscar este estilo receptivo en la comunicación con los hijos. Para ello, podemos seguir estos consejos:
- Seleccionar el nivel del lenguaje en función a de las capacidades del niño para entender el lenguaje y no su habilidad para producirlo. Para comunicarse es necesario utilizar un lenguaje que todos podamos entender. Es importante adaptarte a las necesidades de tu hijo: puede ser utilizando imágenes, gestos, movimientos… Es importante mantener el contacto visual para poder entender a nuestros hijos. También es importante respetar el tiempo de respuesta. Es un tiempo de espera en la que nuestros hijos están procesando la información. En algunos niños este tiempo de respuesta puede ser más rápido que en otros.
- Estos padres tienen objetivos realistas en su comunicación.
- Estos padres ponen más atención en el contenido del mensaje en lo que los niños quieren decir, y no tanto en la forma. La longitud de las frases y el vocabulario nuevo debe acomodarse a las necesidades del niño o la niña y no al adulto. Debemos centrarnos en las capacidades y fortalezas de los niños.
- Ofrecen experiencias variadas y frecuentes fuera del hogar. En casa se aprenden muchas cosas: rutinas, rutinas de sueño, se promociona la independencia y la autonomía… pero los hijos también están hechos para salir y relacionarse fuera de casa. Conocer el exterior y desenvolverse con todo tipo de elementos externos los enriquecen. Así aplican lo que han aprendido dentro de casa, fuera de casa. Y además, aprenden vocabulario nuevo, frases nuevas, a comunicarse con otros… y los padres también valoran qué vocabulario deben enseñar según las nuevas situaciones que se van dando con sus hijos.
Ten en cuenta a importancia de la comunicación no verbal cuando hables con tu hijo con síndrome de Down. Ten paciencia en tratar de comprender su mensaje, qué es aquello que quiere decir. No hay píldora mágica que haga que los niños se comuniquen más rápido, hablen más rápido o más claro. Disfrutad de todos los momentos del camino que hacen que los niños se desarrollen adecuadamente.