Consideraciones oftalmológicas en personas con síndrome de Down
Principales condiciones oftalmológicas en personas con síndrome de Down
Las personas con síndrome de Down presentan características médicas específicas que deben ser consideradas en su cuidado integral. Entre ellas destacan patologías tiroideas, cardiopatías, problemas auditivos, síndrome de apnea-hipopnea obstructiva del sueño (SAHOS), alteraciones neurológicas y visuales.
En el ámbito visual, aproximadamente el 80% de las personas con síndrome de Down tendrán alguna patología oftalmológica, la mayoría de carácter leve.
Condiciones oftalmológicas más prevalentes
- Vicios de refracción
- Las personas con síndrome de Down suelen necesitar gafas debido a problemas refractivos, siendo el astigmatismo elevado el más común.
- Estrabismo
- Presente en aproximadamente la mitad de esta población, el estrabismo se refiere al desalineamiento ocular, que puede afectar la visión binocular.
- Ambliopía (ojo vago)
- Suele desarrollarse como consecuencia del estrabismo o de problemas refractivos no corregidos. En estos casos, puede ser necesario el uso de parches o terapias específicas para mejorar la visión.
- Nistagmus
- Movimiento ocular rápido e involuntario que afecta el enfoque visual. Se presenta en el 20% de las personas con síndrome de Down, especialmente en quienes tienen estrabismo, y a menudo requiere movimientos compensatorios de la cabeza para mejorar el enfoque.
- Cataratas
- Aunque son más comunes en adultos mayores, cerca del 3% de los niños con síndrome de Down nacen con cataratas o las desarrollan a una edad temprana. En estos casos, la cirugía suele ser necesaria para prevenir problemas visuales graves.
- Obstrucción congénita de la vía lagrimal
- Una condición frecuente en niños con síndrome de Down, causada por una obstrucción parcial o total en la vía lagrimal, que impide el drenaje normal de las lágrimas.
- Esto puede provocar lagrimeo constante, conjuntivitis recurrente e infecciones graves. En la mayoría de los casos, se recomienda el masaje del área para facilitar la apertura de la válvula de Hasner durante el primer año de vida.
- Blefaritis
- Inflamación crónica en la base de las pestañas, que puede provocar irritación ocular, fotofobia, lagrimeo y sequedad. La blefaritis es incómoda y, en casos graves, puede derivar en complicaciones como el queratocono, una deformidad de la córnea.
Importancia del control oftalmológico
Es fundamental que todos los niños con síndrome de Down sean evaluados por un oftalmólogo a los 6 meses de vida y que continúen con controles anuales de por vida.
Señales de alarma
Los siguientes signos pueden indicar la presencia de una patología visual y requieren consulta con un oftalmólogo pediátrico:
- Entrecerrar los ojos con frecuencia o dificultad para enfocar.
- Acercarse mucho a los objetos.
- Accidentes frecuentes relacionados con la visión.
- Desviación ocular (estrabismo).
- Lagrimeo persistente o constante.
- Ojo rojo recurrente.
- Fotofobia (sensibilidad anormal a la luz).
- Frotarse los ojos de manera repetitiva.
Conclusión
Las personas con síndrome de Down son más propensas a desarrollar ciertas patologías visuales, pero el diagnóstico temprano y el control regular pueden prevenir complicaciones graves y garantizar una mejor calidad de vida. Ante cualquier señal de alarma, no dude en consultar con un oftalmólogo pediátrico.